Penas de hasta 14 años de prisión por tráfico de cocaína

El Tribunal de Braga condenó este lunes a entre ocho y catorce años de prisión a un grupo internacional acusado de introducir grandes cantidades de cocaína ocultas en contenedores de fruta en la Península Ibérica por mar.

La pena más dura recayó en un español residente en Madrid, mientras que un acusado gallego fue castigado con nueve años y cuatro meses.

Un empresario de Esposende, en el distrito de Braga, fue condenado a 10 años de prisión.

Los cuatro agentes contratados para realizar los operativos fueron condenados a ocho años y dos meses de prisión.

Un importador de frutas con un almacén en Gilmonde, Barcelos, donde se encontró cocaína en un contenedor de plátanos en diciembre de 2022, fue absuelto.

Este contenedor contenía 70 paquetes de plástico de cocaína , correspondientes a 480.933 dosis individuales, que en el mercado del narcotráfico ascenderían a un precio superior a los cuatro millones de euros.

En España se intervino otro contenedor que contenía 629 paquetes de cocaína, con un valor total de más de 25 millones de euros en el mercado de drogas.

El escrito de acusación del Ministerio Público señala que, al menos desde mediados de 2020, cinco imputados se agruparon y, “en combinación de esfuerzos y voluntades con otros individuos, cuya identidad no ha sido establecida definitivamente, idearon un plan que les permitiera obtener altas ganancias económicas”.

“El objetivo de las acciones de este grupo era introducir grandes cantidades de cocaína en la Península Ibérica por vía marítima, ocultas en contenedores de importación, especialmente de fruta, procedentes de Sudamérica, para su posterior venta”, añadió.

En la primera sesión del juicio, uno de los operativos confirmó que fue “contratado” para colaborar en el corte del contenedor que se encontraba en Barcelos, para retirar la cocaína, y en la posterior soldadura y pintura del mismo, para devolverle la apariencia de normalidad.

Según él, se trata de un servicio de una sola noche, por el que recibirá 5.000 euros.

«Una noche, un trabajo, 5.000 euros, todo por la familia. Fue la peor decisión de mi vida, pero la acepté», confesó.

Dijo que sólo quería terminar el trabajo rápidamente para poder llegar a su casa en República Dominicana a tiempo para pasar la Navidad con su familia.

Otro operativo también confesó los hechos, asegurando que aceptó el servicio “por necesidad”.