Luis Enrique, el genio que camina descalzo

Pocos apostaban por el éxito de este París Saint-Germain cuando comenzó la temporada. La salida de Mbappé rumbo a la mitad blanca de la capital de España invitaba a pensar en el inicio de una época de transición en el Parque de los Príncipes. Nunca es fácil digerir el adiós a un futbolista de ese calibre y la historia confirma que en la mayoría de ocasiones se necesita tiempo para volver a construir. “Estoy convencido de que la próxima temporada seremos mejores”, espetaba Luis Enrique, siempre a contracorriente, hace ya unos meses, en plena pretemporada estival ante la marcha de su estrella. Una vez más, el olfato casi canino del asturiano no le ha fallado. El 31 de mayo, en el Allianz Arena de Munich, el PSG disputará ante el Inter la segunda final de Champions de toda su historia y sueña despierto con entrar en el selecto club de los campeones.

Campeón de Liga y vivo en Champions y Copa, Luis Enrique persigue a Guardiola, el único con dos tripletes

Un escenario casi impensable tras un inicio de torneo que aumentó aún más las dudas que por aquel entonces rodeaban al conjunto parisino, que eran muchísimas. Al afortunado triunfo ante el Girona en el estreno le acompañaron tres derrotas y un empate que dejaron al PSG al borde de una sorprendente eliminación. Pero en el peor de los escenarios Luis Enrique es capaz de mantener la calma y transmitir optimismo. Lamentablemente, la vida le ha enseñado a superar la situación más complicada que un ser humano pueda atravesar, la pérdida de una hija, y con ese mismo aplomo el asturiano, basándose en el juego de su equipo, su principal argumento, siguió creyendo. Unos cuantos partidos después, incluyendo tres eliminatorias durísimas ante equipos ingleses, el gijonés parece volver a estar en el lado correcto.

“El que no da el máximo no juega, la filosofía de Luis Enrique nos ha traído hasta aquí”, dice el capitán Marquinhos

Sin la obligación de encajar a Mbappé en el dibujo, ya sin un líder claro en el vestuario, Luis Enrique ha podido explayarse a gusto y maximizar su concepto de juego en equipo, el que marca su libreto. Algo similar a lo que hizo con la selección española, en la que puso las semillas del éxito que Luis de la Fuente ha cosechado. “El que no da el máximo no juega, es la filosofía de Luis Enrique que nos ha traído hasta aquí”, apuntaba sin tapujos el capitán Marquinhos, minutos después de eliminar al Arsenal.

El técnico asturiano estaba convencido de que la salida de Mbappé haría al PSG mejor equipo... y acertó

El vestuario parisino lo tiene claro. Fe ciega en su entrenador, que es el que tiene la llave para desplegar todo su potencial. El movimiento con Dembélé es el mejor ejemplo, desplazado el ex del Barça al centro y destapado como un gran goleador, producto de la chistera asturiano. Y qué decir de Fabián, que ha acabado convenciendo a Luis Enrique tras unos inicios algo dubitativos –ya heredados de la roja– y ahora es el indiscutible cerebro del PSG en el centro del campo, donde además aporta su llegada como sufrió el Arsenal.

Extravagante a veces, con su continua obsesión por el ejercicio físico y su práctica del earthing –caminar descalzo para estar en contacto con la Tierra–, pero con la confianza ciega de Luis Campos, el director deportivo, el asturiano quiere seguir haciendo historia y lograr su segundo triplete en un banquillo, algo que sólo ha cosechado Guardiola. Y es que ya lo Achraf Hakimi el miércoles: “Luis Enrique ha creado un gran equipo, es un genio”.