El Madrid se agarra a Mbappé y sobrevive a la Real Sociedad tras jugar una hora con uno menos

El Real Madrid salió vivo del Reale Arena de San Sebastián tras un ejercicio de supervivencia extremo, el primero en esta temporada. El conjunto blanco se agarró a Kylian Mbappé, disfrutando de su mejor momento como jugador blanco, para acelerar hasta el 0-2 (tantos del galo y de Güler), para después sostenerse en pie ante el asedio de la Real tras la expulsión, rigurosa y protestada por Xabi Alonso, de Dean Huijsen a la media hora. Oyarzabal recortó de penalti, pero los vascos no consiguieron superar a Courtois y empatar el partido.
El parón por los compromisos internacionales siempre cae mal en los clubes, especialmente en un Madrid que perdió durante esta semana y media a gran parte de su plantilla. Lo notó Alonso, que rotó a Valverde y a Mastantuono y dio entrada a Ceballos y Brahim. Atrás, la baja de Rüdiger, que también viajó con Alemania y ahora estará ausente tres meses, la ocupó Militao, consolidando su pareja con Huijsen en el centro de la defensa.
Quienes no sintieron los vuelos con sus selecciones fueron Mbappé y Güler, de nuevo principio y fin del ataque madridista. Alonso parece haber encontrado un hilo conductor entre el pie izquierdo del turco y el derecho del francés. Ambos se buscan y se entienden constantemente, formando, a la espera de Vinicius, la mejor dupla ofensiva de los blancos. En el minuto 1, un desmarque de Mbappé terminó con Güler empujando el balón a gol, pero el VAR, usando el fuera de juego semiautomático, avisó a Gil Manzano del fuera de juego milimétrico del francés.
La ocasión anulada sólo confirmó la superioridad madridista ante una Real débil y errática con balón, lejos, con Sergio Francisco en el banquillo, del nivel mostrado en los momentos momentos del equipo de Imanol Alguacil. Uno de esos errores, un pase atrás de Goti López, lo aprovechó Mbappé para ganar la espalda a Zubeldia y a Caleta-Car con zancado y potencia y anotar el 0-1 en San Sebastián. Relajado ante la portería rival y con un físico imponente, el galo demostró de nuevo que está en su mejor momento desde que llegó a Chamartín. Fue su cuarto tanto en otros cuatro partidos para situar líder al Madrid.
El gol no cambió el guion. Los blancos asumieron la posesión e inclinaron el juego ante Remiro, que salvó el segundo en varias ocasiones. Mbappé se estrelló contra el palo en el 15 y Militao obligó a volar al portero en el 25 y en el 29 en pleno vendaval madridista.
Todo antes de la expulsión de Huijsen. En el 31 de la primera parte, el internacional español midió mal en un balón largo, la pelota le pasó por encima y Oyarzabal le ganó el sitio. El central agarró el hombro del delantero, todavía a unos metros del centro del campo, y Gil Manzano castigó la acción con roja directa. Protestó el Madrid, y especialmente Xabi Alonso, asegurando al colegiado que Militao estaba en la misma línea que Oyarzabal y a unos pocos metros de distancia, suficientes para llegar a tapar su carrera. El árbitro no revisó la pantalla del VAR y el Madrid se dispuso a jugar una hora con un futbolista menos.
La roja cambió el partido, pero los blancos cogieron aire antes del descanso gracias a una genialidad de Mbappé. El galo recortó a Elustondo en la línea de fondo con un giro eléctrico y dentro del área cedió atrás para la llegada de Güler, que definió con paciencia ante Remiro. 0-2 y cierta calma en el Madrid.
En el intermedio, Valverde entró por Brahim para sumar trabajo al centro del campo madridista y para que Tchouaméni bajara a la posición de central, pero el Madrid sufrió y la Real comenzó a embotellar a los blancos en su área.
En el 49, Oyarzabal se encontró con un doble palo y en el 53 anotó un penalti tras mano de Carvajal que puso el partido al rojo vivo. Alonso decidió mirar más hacia su defensa y dio entrada a Fran García y a Asencio por Vinicius, desaparecido, y Ceballos, que asentaron el muro delante de Courtois pero dejaron demasiado solo a Mbappé en ataque. Los blancos perdieron la posesión y la Real, con la entrada de Carlos Soler y Kubo, tuvo oportunidades para igualar el choque.
Ahí se elevó Courtois. El belga salvó a su equipo ante Oyarzabal en dos ocasiones y se hizo gigante en los constantes centros de la Real, incapaz de situar las tablas en el marcador. El ejercicio de supervivencia del Madrid terminó con un puño encima de la mesa liguera, con 12 puntos de 12 posibles y con un viaje complicado superado.
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