30.000 niños huyeron del extremismo en Cabo Delgado

La ONG Save The Children estima que más de 30.000 niños han huido de una nueva ola de ataques de grupos extremistas en las últimas dos semanas en la provincia mozambiqueña de Cabo Delgado, advirtiendo de la necesidad de apoyo "urgente".
"Estamos presenciando una situación terrible sobre el terreno, donde las necesidades de los niños superan con creces los recursos disponibles. El sufrimiento que han padecido estos niños es inimaginable", declaró Ilaria Manunza, directora nacional de Save the Children Mozambique, en un comunicado de la organización no gubernamental (ONG).
Según el representante, los últimos ataques representan un "gran revés" en los esfuerzos por reconstruir las vidas de los niños y las familias que han vivido en conflicto durante los últimos ocho años: "Este conflicto debe terminar inmediatamente para que estos niños puedan recuperar su infancia".
La advertencia se produce en un momento de aumento de los ataques de grupos extremistas que operan en Cabo Delgado, que han desplazado a más de 57.000 personas en el sur de la provincia desde finales de julio.
Save the Children señaló que entre los más de 30.000 niños que han huido en las últimas dos semanas, algunos están separados de sus familias, una de las mayores cifras de desplazados en tan poco tiempo en esa provincia rica en gas, que enfrenta una rebelión armada desde 2017, que ha causado miles de muertos y una crisis humanitaria, con más de un millón de personas desplazadas.
Trabajamos 24/7 para brindarles un espacio seguro, alimentos y atención médica, pero con la llegada de más familias cada día, necesitamos urgentemente el apoyo de la comunidad internacional. Los niños separados son particularmente vulnerables, y nuestros equipos están haciendo todo lo posible para identificarlos y reunirlos con sus familias lo antes posible, explica.
Según Manunza, el conflicto, que hasta ahora “no tiene fin a la vista”, ha tenido un impacto “devastador” en los niños que crecen en Cabo Delgado, con “informes recurrentes de decapitaciones y secuestros, incluyendo múltiples víctimas infantiles”.
Los conflictos en curso han provocado desplazamientos masivos, sumados a infraestructuras deficientes, lo que dificulta el acceso a servicios básicos como agua, educación, saneamiento y salud. La desnutrición también es una preocupación importante, ya que muchos niños padecen inseguridad alimentaria, señala.
La declaración afirma además que los niños desplazados “corren un mayor riesgo de violencia, explotación, abuso, matrimonio infantil y reclutamiento por parte de grupos armados no estatales”.
Muchas familias desplazadas se refugian en escuelas o con familias de acogida. El riesgo de hacinamiento, el acceso limitado a servicios básicos y la creciente preocupación por la protección aumentan a diario en estos refugios temporales, afirma.
Actualmente se brinda apoyo psicosocial y de salud mental, espacios seguros para que los niños jueguen y aprendan, seguimiento y reunificación familiar para niños separados y exámenes de detección de desnutrición para niños y madres adolescentes, concluye la ONG.
Lusa informó en mayo que Save The Children planea invertir 80 millones de dólares (70,4 millones de euros) en su estrategia 2025-2027 para apoyar a tres millones de mozambiqueños, más de la mitad de los cuales son niños.
La nueva Estrategia 2025-2027, anunciada en un comunicado por la ONG, pretende apoyar al menos a 2,1 millones de niños, basándose en cinco objetivos principales, que incluyen ampliar el acceso a una educación segura e inclusiva, fortalecer la protección contra la violencia, el abuso y las uniones tempranas y ampliar los derechos de los niños y la participación cívica.
En 2024, al menos 349 personas murieron en ataques de grupos extremistas islámicos en el norte de Mozambique, un aumento del 36% en comparación con el año anterior, según un estudio publicado por el Centro Africano de Estudios Estratégicos (ACSS), una institución académica del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
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