El Real Madrid gana en Anoeta con un gran Lunin
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Un Real Madrid con una alineación de circunstancias dio un paso importante hacia la final de la Copa al ganar en Anoeta por un gol de diferencia y un planteamiento defensivo jugando a la contra ante una Real Sociedad muy intensa y dominadora, pero negada ante el gol, estrellada una y otra vez ante un gran Lunin, que suplió de manera excelente a Courtois, algo que ya pasó a lo largo de toda la temporada pasada.
La gran novedad en el Madrid fue el que Vinícius ejerciera de capitán, la primera vez que ocurría en su carrera, algo que pasaba por no jugar ninguno de los cuatro capitanes oficiales: Carvajal, Modric, Lucas Vázquez y Valverde. El brazalete otorgaba al brasileño la posibilidad de hablar con el árbitro, el murciano Sánchez Martínez. El siete del Real Madrid solo le protestó una vez con vehemencia en el primer tiempo al reclamarle un penalti no concedido por empujón de Aramburu.
Los cánticos “Asencio muérete” fue coreado por un sector del públicoEl partido se jugó con un sector del público coreando “Asencio muérete”, una constante que le cantan al canario en algunos campos de España. En el minuto 40, a instancias de Vinícius, Sánchez Martínez aplicó el protocolo y mandó parar el juego y pidió al delegado de campo que por los vídeomarcadores se anunciara que si proseguían dichos cánticos suspendía el partido.
Como cada vez que el Madrid acude a Anoeta el partido fue muy peleado. Fue un Madrid muy distinto al habitual porque Arda Güler y Endrick jugaron de salida. Con Mbappé y Valverde en Madrid, otra novedad fue ver a Asencio de lateral derecho, posición en la que sufrió más que en la de central. La Real Sociedad jugó más el partido que quiso, con Take Kubo moviéndose muy bien por la derecha y entre líneas y con una presión muy alta. Ya en el minuto tres el japonés obligó a una gran parada a Lunin.
El gol Endrick marcó a pase de BellinghamLa suerte para el Madrid fue que en plena labor de frenar a la Real, a la primera ocasión que tuvo de tirar la contra, en el minuto 18, fue letal. Vinícius le robó un balón a Zubimendi y Bellingham metió un pase largo que le llegó a Endrick, que se plantó ante Remiro y le batió con un remate ajustado al palo con la izquierda.
En el primer tiempo ya solo hubo otra ocasión para el Madrid pero fue muy clara, otra contra que dejó a Vinícius ante el portero donostiarra, que sacó una gran mano y envió el balón a córner. De ahí hasta el descanso solo hubo un acoso constante a la portería del Madrid, con todos sus jugadores dedicados a labores defensivas. Al Madrid no le duraba nada el balón y tanto Güler como Asencio sufrían lo indecible por su lado. El canario además se cargó con una amarilla y tras el descanso fue sustituido por Lucas Vázquez.
La segunda parte Muchas ocasiones y ningún golLa segunda parte empezó con dos ocasiones clarísimas para la Real, de nuevo las dos abortadas por Lunin. En la primera le hizo una parada de balonmano a Oyarzabal y a continuación tapó un remate muy peligroso de Kubo. La réplica fue de Endrick, que un minuto después atrapó un balón de Vinícius, se revolvió y lanzó un violeto remate al travesaño.
A partir de los diez minutos el Madrid equilibró algo más el juego pero seguía viviendo intranquilo. Un pase atrás de Fran García casi le cuesta el empate. Kubo seguía creando mucho peligro y Ancelotti reaccionó con un cambio muy conservador. Quitó a Enrick por Alaba.
De entrada no pareció una gran idea para los blancos porque solo sirvió para acular más al Madrid y porque a la contra Endrick, aunque es un jugador muy intermitente, cuando aparece es más peligroso que una piraña. Se entró en los últimos diez minutos con la Real asediando el área del Madrid, que encontró una contra peligrosa en un tirazo de Bellingham que Remiro sacó a córner en un alarde de reflejos.
En el 83 entraron Brahim y Rodrygo por Vinícius y Güler, que había tenido una noche muy desafortunada. Remiro le negó otra vez el gol a Bellingham y el Madrid se tuvo que conformar con el 0-1, bueno pero desde luego no definitivo.
lavanguardia