El padre de Jakob Ingebrigtsen, absuelto de pegar a su hijo: fin del culebrón noruego

En aquella soleada mañana del invierno barcelonés, en diciembre del 2022, salí a correr con los hermanos Ingebrigtsen, con Henrik, Filip y Jakob. Trotamos durante veinte minutos a lo largo de la Vila Olímpica y cuando todo acabó, me senté un rato junto a Jakob, la superestrella del atletismo, campeón olímpico del 1.500 y del 5.000 y multicampeón del mundo, y le pregunté por Ingrid, la penúltima de los hermanos Ingebrigtsen (en total, son siete):
–¿Y qué pasó con Ingrid (16), que dejó de correr?
–Tuvo problemas de salud relacionados con el corazón. Pasaron dos años y vio que no progresaba, acabó desmotivándose.
Y luego, Jakob Ingebrigtsen bajó la mirada y allí zanjamos el tema. Pasamos a hablar de entrenamientos, VO2 max, sueños y objetivos.
(No creo estar exagerando cuando interpreto que Jakob Ingebrigtsen y Mondo Duplantis son los dos líderes mundiales del atletismo contemporáneo).
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Team Ingebrigtsen se llamaba el serial que contaba las andanzas de la familia y que emitía la NRK noruega. Como las Kardashian, los Ingebrigtsen nos narraban su devenir. Gjert (59) y Tone, su mujer, eran los jefes de la tribu. Los hijos eran los hijos y también los pupilos.
Según Jakob, los hijos-pupilos también eran las víctimas, aunque esto no nos lo contaba en las cinco temporadas de Team Ingebrigtsen, sino que se lo contó a los jueces, meses después de nuestro encuentro en Barcelona.
Prisión suspendida Según el juez, el paterfamilias golpeó a Ingrid con una toalla pero solo le pena con quince días de prisiónAnte la policía y también ante la justicia, Jakob dijo que Gjert le pegaba y le maltrataba, a él y también a Ingrid, y que en realidad ese había sido el motivo por el que la pequeña había dejado de correr y también el motivo por el que Gjert, el padre, había sido expulsado de la tribu.
Desde hace casi cuatro años, Gjert Ingebrigtsen, padre y gurú, ya no es el entrenador de la familia: ahora está en otros menesteres, lleva a otros atletas noruegos, y entre ellos a Narve Gilje Nordas, fabuloso milquinientista, casi tan bueno como Jakob Ingebrigtsen.
(Jakob, por cierto, está lesionado en los tendones de Aquiles y aún no se ha dejado ver en esta temporada al aire libre; ya veremos si vuelve a escena en las próximas semanas).

Jakob Ingebrigtsen, en el centro de la imagen, escucha el veredicto del juez, este lunes
Lise Åserud / NTB / AFPEl asunto había estallado en el 2022, cuando los hermanos cofirmaron una columna en VG, diario nacional, denunciando al padre, y luego todo se acabó elevando a los tribunales hasta desembocar en un proceso judicial y en un debate público que, durante dos meses, ha abundado en telediarios noruegos y tertulias de bar.
La acusación de Jakob Jakob acusaba a Gjert de “violencia física y agresividad”, pero la justicia ha absuelto al padre en esta causa¿La conclusión?
Ha llegado este lunes, con la sentencia del juez: Gjert Ingebrigtsen ha sido condenado a una pena de quince días de prisión (no implica su ingreso) por golpear a Ingrid con una toalla mojada en enero del 2022 (también deberá indemnizar a su hija con mil euros), pero ha sido absuelto de agredir a Jakob.
La decisión ha satisfecho al padre: aunque siempre se ha declarado inocente, no recurrirá la condena por golpear a Ingrid.
Según la justicia, no se puede probar que Gjert ejerciera “violencia física” y “trato agresivo y controlador” sobre Jakob (tampoco sobre Henrik y Filip, los otros hermanos atletas): ve una duda razonable en el asunto y le absuelve de la acusación.
Aunque la fiscalía le pedía dos años y medio de cárcel, Gjert ha salido (casi) libre de polvo y paja, fundamentalmente gracias al testimonio de Tone, su mujer y madre de la saga.
En Instagram, Jakob ha publicado: “El objetivo más importante en mi vida es conseguir que mi hija Filippa (la bebé tiene un año) me ame y me respete por cómo la he educado”
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