Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Mexico

Down Icon

Anna Cruz: “Me siento orgullosa de no haber perdido mi esencia”

Anna Cruz: “Me siento orgullosa de no haber perdido mi esencia”

Anna Cruz (Barcelona, 1986) ha puesto fin esta temporada a una maravillosa carrera. La segunda jugadora española en ganar la WNBA, y con 158 partidos disputados en la selección, repasa su trayectoria y vivencias con 'La Vanguardia' donde dio sus primeros pasos.

¿Siempre ha jugado a baloncesto?

En el colegio hacía piscina y atletismo como extraescolares, por aquel entonces también practicaba baloncesto. De hecho, el entrenador de atletismo se reunió con mis padres porque decía que me podía dedicar a correr los 1.500m y que dejara el baloncesto... pero yo me aburría corriendo sola.

¿Ha crecido el baloncesto femenino desde sus inicios hasta ahora?

Cuando empecé a jugar a baloncesto lo hice en un equipo de colegio, en el Maristas Ademar, y no había equipo femenino de mi edad. Tuve que jugar con niños y yo era la única niña en el equipo. Yo creo que esto ya no pasa, o sea, una niña de seis años que quiere jugar a baloncesto tiene mil oportunidades para encontrar un equipo femenino en su ciudad y poder jugar con niñas. Creo que se ha evolucionado muchísimo en el tema de la cantera y en generar referentes. Por ejemplo, en La Penya puedes tener a jugadoras referentes al alcance de la mano y yo eso no lo tenía porque no había visibilidad ni acceso. Ahora podemos generar esa ilusión y motivación para que quieran ser como una de nosotras.

El crecimiento del baloncesto femenino “Ahora podemos generar esa ilusión y motivación para que quieran ser como una de nosotras”

Empezó en el UB Barça a nivel profesional y volvió al Barça CBS años más tarde, dos proyectos disueltos. ¿Qué necesita el baloncesto femenino blaugrana para gozar de más continuidad?

No solo el Barça. Pienso que estaría muy bien que todos los equipos ACB que ya tienen una infraestructura sólida apostasen también por tener una sección femenina y por el deporte femenino. Lo que ha pasado con el Barça es que no acaba de ser su proyecto exclusivo. O sea, creo que estaría muy bien hacer algo tuyo, cuidar el producto y dedicarle tiempo para que realmente pueda crecer. A medias tintas es mucho más complicado.

Y después de unos años en España se marchó a Rusia. ¿Cómo surgió la oportunidad?

No he sido mucho de ir cambiando cada año de equipo, pero en ese momento me apetecía probar una liga diferente porque ya llevaba muchos años aquí. Cuando surgió tuve que mirar en el mapa para saber dónde estaba el equipo porque Rusia es enorme (entre risas). La cultura rusa es muy distinta y llegué a estar a -27 grados, imagínate... Las dos primeras semanas fueron muy duras y mi vida se reducía al baloncesto. Sin duda, lo que peor llevaba era el no poder comunicarme con la gente. Al final dije, mira, voy a empezar a aprender ruso porque esto no puede ser, necesito expresarme y que me entiendan un poco. Fue una muy buena experiencia: iba para un año y me quedé seis.

aaaa

Anna Cruz en el Olímpic de Badalona

Miquel Gonzalez/Shooting

Es la única jugadora española tras Amaya Valdemoro que ha conseguido ganar la WNBA. ¿Iba con esas expectativas?

Qué va... en general, en mi vida nunca me he generado muchas expectativas. No he tenido muchos sueños, ni siendo profesional, eh. Sinceramente lo veía todo mucho más simple porque estaba haciendo algo que me gustaba cuando era niña. Yo he ido haciendo mi camino y al final muchas cosas no dependen de mí, hay muchísimos factores. Una vez ya estás ahí dentro obviamente sí, pero yo personalmente nunca me he marcado el objetivo de tener que ir a la WNBA e ir a ganar el anillo. Eso para mí era una locura, es que ni lo pensaba. Al final se han ido dando las cosas yo creo que también por constancia, trabajo e intentar aportar algo diferente a los demás.

Como por ejemplo...

Al llegar a la WNBA dije, madre mía, aquí nadie presiona el balón. Entonces me puse a presionar en toda la pista, que es lo que hacía en mi equipo. Allí era algo que no estaban acostumbrados a ver y encajé. Reconozco que tienes que tener ese punto de suerte, ya que por aquel entonces la liga estadounidense era muy cerrada a jugadoras extranjeras y era muy difícil que una europea pudiera llegar a estar en un equipo de Estados Unidos. También tienes que dar justo con un entrenador o entrenadora que vea algo diferente o especial en ti y decida apostar.

El adiós a la selección “No me encontraba con fuerzas para vivir esas situaciones y me antepuse a mí misma”

Después de numerosos éxitos con la selección decidió renunciar a jugar mediante una carta. Mirando su trayectoria, ¿el regusto de su despedida fue amargo?

Fue una época muy dura de mi carrera deportiva, porque al final todo el mundo quiere estar en la selección. Renunciar a algo por lo que has luchado toda la vida es duro y más si es por cosas extradeportivas. Psicológicamente no me encontraba con fuerzas para seguir viviendo ese tipo de situaciones y me antepuse a mí misma, a la persona antes que a la jugadora. Aun así, estoy orgullosa de todo lo que conseguimos con la selección y me quedo con lo bonito que hemos vivido.

¿Ha necesitado ayuda psicológica para aprender a sobrellevar los malos momentos?

He tenido bastantes psicólogos a lo largo de mi carrera porque al final necesitas ayuda en ese sentido. Hubo una época en la que estaba muy alerta y yo para nada era así, no espero que la gente vaya por ahí haciendo daño gratuitamente y en ese momento no me estaba sintiendo yo misma. En el mundo del deporte, por norma general, hay que vivir cosas chungas de las que tienes que aprender. Al final aquí solo aparece lo bonito, pero detrás de una carrera deportiva hay muchas cosas que no se cuentan y es importante que te rodees bien en esos momentos con gente que te sepa ayudar.

¿Qué es lo que más orgullosa le hace sentir de su carrera?

Me siento orgullosa de no haber perdido mi esencia. Al final yo empecé a jugar a baloncesto sin pensar en nada más que el partido que tenía esa semana o el entrenamiento, nunca pensé que llegaría tan lejos. Estoy orgullosa de no haber perdido nunca la ilusión y de haber seguido luchando. En una carrera tan larga hay muchos altibajos.

La última temporada “Es el mejor final que hubiese podido tener porque me retiro en el club donde he crecido”

Y el broche final ha sido en casa...

Tenía pensado retirarme la temporada anterior. De hecho, ya tenía montado el vídeo de mi despedida y todo pero me costaba dar el último paso. Entonces empecé a hablar con La Penya y volvió otra vez la ilusión. Creo que este es el mejor final que hubiese podido tener porque me retiro en el club de mi ciudad, donde he crecido y empecé a jugar con seis años. Me quería retirar sintiéndome jugadora y aportando. Poder cerrar mi carrera junto a los míos ha sido el final feliz de un cuento.

¿Ahora qué?

Primero voy a descansar un poco porque físicamente y mentalmente lo necesito, pero tengo claro que quiero seguir vinculada al baloncesto.

lavanguardia

lavanguardia

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow