Tenis: Italia busca su primera Copa Hopman en Bari: todos están locos por Cobolli.

Flavio Cobolli es el gran ganador de la edición 2025 de la Copa Hopman, que llega a Italia por primera vez y, por primera vez, ve a la Azzurri compitiendo por la victoria final. Ganó antes de saltar a la cancha por tercera vez en cinco días, esta noche. Pero no ganó porque se presentara aquí, en la Fiera del Levante, con la hermosa tarjeta de presentación de unos cuartos de final en el "templo" de Wimbledon, incluyendo una fantástica batalla contra una leyenda del tenis como Nole Djokovic. Ni porque la temporada en hierba lo catapultara al top 20 mundial, una hazaña que pocos han merecido en la larga historia del tenis italiano. Cobolli marcó la diferencia con su actitud, con cómo afrontó esta aventura. Desde el primer segundo que llegó a Bari, quedó claro que no estaba allí por "deber". Lo tomó como una misión, defender la camiseta Azzurri, siempre y pase lo que pase. Respeto por los compromisos adquiridos, la sacralidad de un apretón de manos. Flavio fue un verdadero motor del evento, tanto dentro como fuera del campo.

Apulia es como su hogar. Y no lo ha ocultado, todo lo contrario. «Esta tierra es especialmente querida para mí», dice el tenista toscano, ahora romano por adopción, «porque pasé muchas vacaciones aquí con mi familia (en Galípoli, para ser precisos, ed.) y viví un torneo que quedará grabado para siempre en mi memoria: el Abierto de Selva di Fasano. Mi padre Stefano (extenista internacional, ed.) lo jugó, y recuerdo mis primeros encuentros con una raqueta en Fasano. De hecho, no perdí la oportunidad de volver a Selva y revivir esos momentos fantásticos. Esta gente sabe cómo irradiar calidez. No tenía ninguna duda de que serían un extra en estos partidos. Tanto Lucía como yo lo dimos todo, y queremos compartir nuestras victorias con este fantástico público, que, estoy seguro, será numeroso y entusiasta también el día de la final».

Cobolli también es un tipo especial. Es un atleta famoso, probablemente destinado al top 10, pero su mirada sigue siendo sencilla, siempre y en todo sentido. Ambicioso, sí. Pero humilde, como solo los buenos pueden serlo. Aquí en Bari, la otra noche, Flavio también nos mostró su sensibilidad. Su "estilo", también. Tras ganar el punto decisivo contra Francia, Cobolli se situó en la pista central, micrófono en mano, y asumió el papel de líder emocional. Un homenaje a un campeón como Gasquet, llamando al público a una merecida ovación. ¡Qué poder, el francés! Un deleite para la vista. "Siempre lo he admirado, una inspiración para cualquiera con su talento. Y también, una persona excepcional", pensó el italiano. Y entonces llegó la apoteosis. "Si estoy aquí hoy, si soy un tenista profesional hoy, es gracias a ese señor sentado en la grada. Se llama Fabio Fognini", dijo Flavio, con los ojos llenos de lágrimas antes de estallar en un dulce llanto. "Siempre ha sido una fuente de inspiración, era un ídolo para mí", y el jugador de la pista central de la Fiera estalla en un cántico futbolístico que sacude la relajada "Fogna" entre sus hijos y su esposa Flavia Pennetta, otra auténtica leyenda del tenis italiano. Es un momento verdaderamente emotivo. Detrás de estas máquinas de lanzar pelotas hay hombres de peso. Y Cobolli, en este sentido, ya está en una senda virtuosa. El chico de al lado que mueve a la multitud sin perder jamás el equilibrio ni el sentido de la proporción. Flavio, el italiano que ahora está grabado en los corazones de los aficionados. A partir de mañana, aquí en Apulia, muchos lo acompañarán en el sueño de todo atleta: ganar Grand Slams y aspirar a la nobleza.

Italia es un "equipo". Desde la Copa Davis hasta la "Copa Billie Jean King", pasando por esta "Copa Hopman", que, independientemente del resultado de la final de hoy (que comienza a las 17:30 con el partido entre Bronzetti y Andreescu, seguido del de Cobolli contra Auger Aliassime y, por último, pero no menos importante , el partido de dobles mixtos que podría ser decisivo), está destinada a dejar huella, para deleite de Tennium y la ITF, las señas de identidad de un evento de cinco días cargado de significado. Cobolli y Bronzetti partían de una buena base: una relación ya sólida. El viernes por la noche, todo se exhibía en la pista. Desde las sonrisas hasta la complicidad. Flavio casi protector, Lucía dispuesta a esforzarse solo para sentirse a la altura, incluso las aceleraciones del super Gasquet. Italia es ahora un ejemplo para el mundo. Y no solo gracias a ese "caníbal" de Sinner. Ahora somos un modelo a seguir. Todos nos observan, y es una sensación fantástica. Sí, los Azzurri vuelven a ser los favoritos hoy. Claro, habrá carreras y persecuciones, caídas y remontadas. Pero hoy Italia juega para ganar. En un verano que ya tiene la mira puesta en las pistas duras estadounidenses. Será una temporada efervescente, sin duda. Con la bandera italiana lista para ondear de nuevo.