Reflexión - Ferragosto: Entre celebraciones y silencios olvidados - - Noticias de Varese

Recibimos y publicamos esta reflexión de Luca.
Hoy es Ferragosto. Para muchos, esta palabra significa mesas lujosamente puestas, risas con amigos, viajes a la playa o a la montaña, un momento de respiro que marca el corazón del verano. Ciudades vacías, calles silenciosas, y el deseo de estar juntos se convierte en el hilo conductor del día.
Pero tras esta imagen vibrante se esconde otra realidad, más silenciosa y a menudo invisible. Es la realidad de quienes pasarán Ferragosto en casa, no por elección propia, sino por necesidad. Personas mayores que viven solas, personas con discapacidad, enfermos crónicos o con enfermedades psiquiátricas: rostros e historias que permanecerán lejos de las fotos de grupo y las salidas. Algunos se quedarán solos, otros serán atendidos por un familiar que renunciará a celebrar para brindarles asistencia, compañía y cuidado.
En estos días de intenso calor, la soledad pesa aún más. No solo porque las temperaturas suponen un riesgo para la salud, sino también porque la falta de relaciones se siente con mayor intensidad cuando el resto del mundo parece estar disfrutando en otros lugares.
Ferragosto debería ser un día de comunidad, no solo de "compañía elegida". Sería maravilloso si, entre un brindis y un chapuzón, pudiéramos encontrar tiempo para pensar en quienes no tienen voz ni capacidad de moverse. Una llamada, una visita rápida, un plato dejado en la puerta pueden convertirse en gestos de humanidad más valiosos que cualquier selfi.
Junto con nuestras celebraciones, no olvidemos que el verdadero verano también es la época de la inclusión. Porque el calor que realmente importa no es el del sol, sino el que brindamos a los demás.
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