De Kvara a la defensa, todas las razones de la crisis del Nápoles: así se rompió la máquina de Conte
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Casi no parece el equipo de Antonio Conte: tres puntos en cuatro partidos, perdiendo cuatro en los últimos minutos, no representan una oportunidad perdida sino un cambio genético respecto al pasado (reciente). Pero algo ocurrió y no puede haber sido simplemente una crisis de hambre o de maldad lo que desencadenó esta indiscutible crisis de resultados. En resumen: en Roma, en el minuto 91' y 40", es decir a tres minutos y medio de que se cumplieran los 5 minutos de descuento, Angelino alcanza al Nápoles; de nuevo en Roma, con la Lazio, en el 41' y 27", alcanza al Nápoles con Dia, una y otra vez. A este febrero negro se suman el empate en casa con el Udinese y la derrota de ayer en Como. El Nápoles ya no sabe ganar, sobre todo no aguanta en los tramos finales, mejor aún en la segunda parte, y desde hace tiempo da la impresión de haber vuelto a la normalidad deportiva.
El peor ataque de los cinco primeros es sin duda un dato significativo: el Inter tiene a Lautaro Martínez y Thuram, el Atalanta tiene a Retegui y Lookman, el Nápoles sólo tiene a Lukaku, no el mejor en estos momentos, con nueve goles, y detrás de él está McTominay, como goleador, que ha marcado seis pese a ser centrocampista. Lukaku es un tormento, rara vez un éxtasis, y en Como, dicen las estadísticas, tocó el balón ocho veces.
Antes había protecciones y certezas, ahora se ha abierto una grieta: dos goles del Como y de la Lazio, el "pobre" Meret se ha visto obligado a sufrir durante seis partidos y el domingo incluso tuvo que descubrir fuego amigo, contenido en el desafortunado pase hacia atrás de Rrahmani.
Algo debió romperse -sin saberlo- tras la venta de Kvara, que quizá no ofrecía mucho estadísticamente pero que para el Napoli representaba un recurso de primer nivel. El resto lo hizo la cadena de lesiones en la banda izquierda: los laterales (Olivera, Spinazzola y finalmente Mazzocchi) pero sobre todo Neres, que debía representar al heredero de Kvara.
Pero faltan doce partidos, el Napoli espera al Inter en un Maradona lleno, deberá encontrar la fuerza física y mental para resistir y seguir con vida en una lucha que parecía no pertenecerle y que en cambio aún está por afrontar. "Odio perder", dijo Conte. Y mucho menos perder otra vez.
La Gazzetta dello Sport