Un cambio en las reglas de la Champions League ha pasado desapercibido, pero tiene una gran trascendencia

El inicio de la fase de grupos de la Liga de Campeones 2025-26 se acerca rápidamente después de que se realizara el sorteo de la fase de Liga este jueves por la noche en Mónaco.
Con 36 equipos compitiendo, la lucha por un puesto en la fase eliminatoria promete ser tan intensa como el año pasado. La Champions League, con sus momentos únicos, siempre es impredecible, incluso para los clubes más grandes. El formato de la competición se revisó el año pasado y, si bien se mantiene prácticamente sin cambios para esta temporada, un detalle podría animar la fase eliminatoria.
De hecho, esta temporada, un cambio notable se refiere a la designación de la sede para el partido de vuelta de las fases eliminatorias. Anteriormente, el sorteo determinaba qué club sería anfitrión de la vuelta de cuartos de final y semifinales. Jugar el partido de vuelta en casa suele considerarse una ventaja estratégica, ya que los equipos pueden aprovechar el apoyo de su afición.

A partir de ahora, esta oportunidad dependerá de su rendimiento en la fase liguera. Los clubes que terminen entre los cuatro primeros tendrán garantizado el partido de ida de los cuartos de final. Asimismo, los que terminen entre los dos primeros tendrán garantizada esta ventaja para el partido de vuelta de las semifinales, si llegan hasta allí.
Pero, al igual que el año pasado, jugar en casa no es una garantía. El Paris Saint-Germain, tras terminar 15.º en la liga el año pasado, logró sorprender al Liverpool (campeón absoluto) en octavos de final, ganándose el derecho a jugar los partidos de vuelta de cuartos de final y semifinales en casa.
El cambio de regla se originó a raíz de las quejas de clubes como el Barcelona y el Arsenal sobre la estructura de las fases ligueras de la temporada pasada. El Arsenal, que terminó 12 puestos por encima del PSG en la fase de grupos, tuvo que jugar la vuelta de semifinales en París, profundamente frustrado por tener que ceder esa ventaja a pesar de un mejor rendimiento inicial. El Barcelona, por su parte, tuvo una experiencia similar, viéndose obligado a jugar fuera de casa en cuartos de final y semifinales. Casi desperdició una ventaja de 4-0 contra el Dortmund antes de ceder en la prórroga contra el Inter en el San Siro.
L'Internaute