Insólito: hace 40 años, el primer Tour de Francia... sobre ruedas

EN LOS ARCHIVOS – En el verano de 1985, cuatro amigos se embarcaron en un reto descabellado: recorrer Francia en patines. A principios de agosto, hicieron escala en Burdeos y fueron recibidos en el ayuntamiento. Historia con el artículo publicado en aquel momento.
A las seis de la tarde, en la plaza Pey-Berland, cuatro figuras blancas se balancean entre dos coches, moviendo los brazos de un lado a otro, como si temieran perder el equilibrio. Caminan a paso ligero hacia el ayuntamiento. Bajo el porche, un policía los recibe con expresión de desconcierto. ¿Quiénes son estos jóvenes patinadores que cruzan la entrada del ayuntamiento de Burdeos?

François Lemoine, Guillaume Rossignol, Jean-Pierre Le Boedec y Benoît Boyer, cuatro bretones de 17 años cada uno, completaron el primer Tour de Francia en patines. Para entonces, ya habían recorrido 2500 kilómetros desde Saint-Brieuc hasta Burdeos, pasando por París, Metz, Lyon, Cannes y Toulouse.

Annie Barros/Archivos Sud Ouest
Partieron el 15 de junio y cruzaron las llanuras de Île-de-France antes de ascender por las curvas cerradas de los puertos de montaña del Jura, recorrer el corredor del Ródano y bordear las playas mediterráneas. Quedan mil kilómetros por recorrer antes de llegar a Saint-Brieuc el 23 de agosto, punto final de su largo viaje.
Créanme, pudimos comprobar el estado de las carreteras del país: ¡no falta trabajo! Benoît Boyer, el impulsor del proyecto, no es un aventurero. Apasionado del patinaje, tuvo la idea de este viaje a finales del año pasado. Rápidamente convenció a tres amigos de que abandonaran sus sueños de relajarse en las playas bretonas para disfrutar de unas vacaciones más deportivas. Pero se necesitaban 60.000 francos para financiar este Tour de Francia.
Buscando patrocinadoresAquí es donde los padres de Benoît entran en acción, encargándose de encontrar patrocinadores. "Cuando vino solo, nadie tomó en serio a mi hijo. Es una pena que a los jóvenes se les impida alcanzar sus metas de esta manera". La Sra. Boyer no se anda con rodeos. No fue hasta las vacaciones de Semana Santa, después de que los cuatro amigos completaran su primer viaje de 800 kilómetros, que las empresas decidieron asumir el sueño, haciéndolo finalmente realidad. Los preparativos entraron entonces en su fase activa: compra de material, entrenamiento intensivo, y el 15 de junio, el día de la salida, llegó enseguida. Tras unas etapas cortas (50 km al día), los patinadores cogieron ritmo y algunos días recorrieron más de 100 kilómetros. Sin embargo, a su llegada al Ayuntamiento de Burdeos, uno se sorprendió por su frescura. El cansancio no parecía estar en sus radares.

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Recibidos por el Sr. Pineau, teniente de alcalde, se sumergen en un vaso de naranjada (sin alcohol para deportistas) y ya piensan en el mañana. Su viaje al norte incluirá una merecida parada de unos días en Les Sables-d'Olonne, antes de la triunfal llegada el 23 de agosto, donde se encontrarán con tres amigos que regresan de Norteamérica tras un viaje de más de 4.000 km por Estados Unidos, todavía en patines. Pero claro, ¿nunca se detendrán? Al menos no el año que viene: planean llegar a Atenas desde París. Todavía en sus dichosas ruedas.
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