Fútbol. A un año del Mundial 2026: Entre Trump e Infantino, el sueño americano de la FIFA.

Gianni Infantino y Donald Trump muestran una gran cercanía de cara al Mundial de 2026, que se celebrará del 11 de junio al 11 de julio del año que viene. «Es evidente que Gianni tiene una relación muy estrecha con Trump, y se beneficia de ella porque ambas partes tienen un interés mutuo en que el Mundial de 2026 funcione», afirma John Zerafa, especialista en comunicación deportiva del Reino Unido.

Elegido para liderar el fútbol mundial en febrero de 2016 , el italo-suizo está en una posición privilegiada para apreciar la importancia de ganarse el apoyo estadounidense: tras la inesperada derrota de Estados Unidos contra Catar en la Copa Mundial de 2022, fue una investigación extraterritorial del FBI la que desencadenó el "Fifagate" y derrocó a su predecesor, Joseph Blatter. También fue el único dirigente deportivo presente en la investidura del presidente estadounidense , una muestra de la alianza estratégica que el máximo responsable de la FIFA ha formado con Estados Unidos.

Infantino, el primer partidario de Trump

La primera potencia mundial se vengó en junio de 2018 , al ganar el Mundial de 2026 junto a Canadá y México. Dos meses después, Donald Trump recibió a Gianni Infantino en la Casa Blanca, antes de invitarlo en enero de 2020 a pronunciar su panegírico en el Foro de Davos. «Estados Unidos está a punto de convertirse en una potencia futbolística», proclamó Infantino. «El 'sueño americano' es algo que todos necesitamos, todos los que amamos el fútbol».

Tras un interludio de cuatro años con Biden, la relación entre ambos líderes se ha reanudado, con una reunión en la Oficina Oval en marzo para presentar el trofeo del Mundial de Clubes, una conferencia conjunta sobre el Mundial de 2026 y luego un viaje a Qatar y Arabia Saudita a mediados de mayo, que incluso retrasó significativamente la llegada de Infantino al Congreso de la FIFA.

Omnipresente en las redes sociales pero rara vez responde a la prensa, el jefe del fútbol mundial hasta ahora ha evitado todos los temas delicados, desde las provocaciones de Trump contra sus vecinos canadienses y mexicanos hasta su deseo de ver a los rusos participar en la Copa del Mundo de 2026, pese a que la FIFA los ha prohibido debido al conflicto en Ucrania.

Infantino criticado pero apoyado por Estados Unidos

El impredecible líder estadounidense, capaz de endurecer brutalmente su tono contra quienes se atreven a oponérsele, por su parte llama a Infantino "mi gran amigo", mientras que su segundo mandato lo sitúa más que nunca en el centro del panorama deportivo. Donald Trump estará en el poder para el primer Mundial de Clubes de 32 equipos este verano, para el Mundial de 2026 y para los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles, todas oportunidades, a su juicio, para ensalzar la "grandeza" estadounidense.

"Le motivan los titulares y estar en el centro de atención, y le encantará estar bajo los focos antes y durante el Mundial. Sabe que tiene que salir bien", afirma John Zerafa.

La FIFA ya mira más allá: Estados Unidos, único en liza a finales de marzo, debería obtener la Copa Mundial femenina de 2031, que pasará de 32 a 48 equipos clasificados, al igual que la masculina a partir de 2026. Marca registrada de Gianni Infantino, este expansionismo -que le ha valido numerosas críticas por el sobrecargado calendario internacional y el impacto medioambiental de los torneos- ha convertido a Estados Unidos en un aliado esencial a partir de ahora.

Haciendo un lugar para el fútbol en Estados Unidos

«Existe un deseo mutuo: que Estados Unidos cree un mercado para el fútbol y que la FIFA desarrolle allí sus competiciones. Es un mercado ideal, tanto logística como comercialmente, porque el deporte del espectáculo está muy arraigado allí», explica Raffaele Poli, director del Observatorio de Fútbol de Neuchâtel.

Frente al fútbol americano, el béisbol o el baloncesto, el reto para el "soccer" sigue siendo liberarse de su imagen de deporte tradicionalmente femenino para despegar entre los hombres, un proceso lento iniciado con la celebración del Mundial de 1994.

Pero "llegar lejos en un torneo internacional será la última pieza del rompecabezas", subraya el especialista, ya que la selección masculina no se clasificó para el Mundial de 2018 y quedó en octavos de final en 2010, 2014 y 2022.