Nicolás Echavarría, listo para un US Open con un campo durísimo y con Scottie Scheffler como gran candidato

Recién coronado en el PGA Championship, el estadounidense Scottie Scheffler, número uno del escalafón mundial, es el gran favorito en el US Open que comienza este jueves en el desafiante campo de Oakmont (Pensilvania) y en el que el colombiano Nicolás Echavarría jugará su tercer torneo de grand slam de 2025.

Echavarría, tendrá en Oakmont una prueba clave de cara a la parte final de la temporada, en la que quiere asegurar su paso a los playoffs de la FedEx Cup y darse la posibilidad, por primera vez, de competir tanto en el mencionado tramo definitivo como en el Open Británico, último torneo grande del año y para el que aún no está clasificado.

“Es un campo que me gustó mucho, muy complicado y que te castiga si le pegas mal a la pelota, pero en el que una buena estrategia será clave tanto desde el ‘tee’ como desde el ‘fairway’, para darse posibilidades de llegar al fin de semana y de cumplir un buen papel, como el que quiero hacer”, declaró Echavarría.

Si bien no ha podido ganar esta temporada, el antioqueño está en buen nivel: está ubicado en el puesto 63 del listado de puntos de la temporada (FedEx Cup) y aparece en el puesto 55 del escalafón mundial.

“Vengo haciendo las cosas bien y soy consciente de que no he podido cerrar, me ha costado un poco arrancar las rondas finales bien arriba y después recuperarse cuesta más, sin embargo, esto es el golf y estoy seguro de que pronto puede llegar otra victoria por el trabajo que vengo realizando”, agregó.

Este jueves, Echavarría comenzará a jugar a las 12:14 de la tarde, hora de Colombia, junto a los estadounidenses Denny McCarthy y Sam Burns. El viernes estará en el mismo threesome, pero desde las 6:29 a.m.

Scheffler, por su parte, llega con una racha de tres trofeos en los cuatro últimos eventos disputados y busca ser el primer jugador en ganar dos majors consecutivos desde que Jordan Spieth lo hiciera en 2015.

A Scheffler, sin embargo, le espera un reto mayúsculo esta semana en Oakmont, un campo de 6.740 metros temido por sus greens ultrarrápidos, búnkers complicados y un rough espeso y alto.

“Si hay alguna debilidad en tu juego, (Oakmont) la revelará muy rápidamente”, advirtió el número uno del mundo, que intentará conseguir la corona que defiende su compatriota Bryson DeChambeau, campeón en 2024 y una de las figuras del LIV Golf.

Con AFP y oficina de prensa