Mariona, el 'fuego amigo' que amenaza la cuarta Champions League del Barcelona

«Es una sensación extraña». No se oculta Mariona Caldentey (Felanich, 1996) y lo confiesa con naturalidad. Aquella niña que quería calzarse las botas de Ronaldinho y que vivió el sueño de hacerse futbolista en La Masía, donde sus ídolos, hoy es la principal amenaza para que el FC Barcelona, su Barça, pueda levantar la cuarta Champions y agrandar una leyenda de la que ella ha formado parte, «un equipo único, histórico, no sólo por ganar sino por cómo se ganaba», decía ella misma cuando, entre lágrimas, hace un año anunció que se marchaba.
Lo hizo en busca de nuevos retos y eligió el Arsenal. Allí ha sido elegida mejor jugadora de la temporada Women's Super League y, con sus ocho goles en Champions y los de Alessia Russo (8), ha impulsado a una final que solo pisó y ganó en 2007. Pese a las inversiones millonarias de los últimos años, ningún equipo inglés se ha proclamado campeón de Europa en casi 20 años. Por eso están ante un sueño que no puede desaprovechar.
Mariona es el 'fuego amigo' que amenaza la cuarta corona europea, que permitiría al equipo de Pere Romeu acercarse un poco al mítico Olympique de Lyon, con ocho trofeos y cuatro de ellos consecutivos, y colocarse en el segundo peldaño junto al Eintrach de Frankfurt. Además, sería completar un círculo porque en 2012 fue el año del debut blaugrana en la Copa de Europa ante las gunners. Con aquella goleada se inició un camino de 100 partidos en los que ha nacido una voracidad que le puede llevar esta temporada a ganar los cuatro títulos que disputa. En el bolsillo, Liga F y Supercopa, y el póquer lo puede completar la Champions y la Copa del Reina ante el Atlético.
Mariona sabe lo que buscan sus amigas, con las que ha dejado de cruzar mensajes hace pocos días, «para controlar la emoción», confiesa. Ella sólo quería al Barça en la final y para llegar a ella el Arsenal tuvo que remontar al Real Madrid en cuartos de final y también al Olympique de Lyon en semifinales. «Por eso vamos a ganar, no a vivir la experiencia», deja claro la jugadora que, si marca, "no lo celebraré".
Si su entrenadora, Renée Slegers, necesitara informes -que no es así porque desde que llegó al banquillo tras el cese de Jonas Eidevall solo ha perdido tres partidos-, Mariona podría diseccionar a su ex equipo con precisión. «El Barça no es invencible», recuerda. Las miradas estarán en las doble Balón de Oro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, pero a quien ella sacaría del campo es a Patri Guijarro. «Hace muy fácil que el equipo funcione», explica desde Londres. Tampoco le quitaría ojo a Claudia Pina, una jugadora con la que peleaba el puesto hace un año y que ha crecido desde su marcha.
Si la balear sabe cómo daña el Barça y dónde puede flaquear, también es consciente de las limitaciones de su equipo, que define como «de chispazos», capaz de marcar mucho pero también de recibirlos.
En tareas defensivas ella se involucra, pero fue fichada para «elevar el nivel» con su «inteligencia táctica», como reconoce su entrenadora. En Lisboa, Mariona perseguirá un sueño con una camiseta muy distinta a que le hizo soñar desde niña.
elmundo