Joan García y su 93% de precisión: así ha explotado el nuevo portero del Barça

Joan García ha aterrizado de pie en el Barça. Tal vez, nunca mejor dicho. El ex portero del Espanyol no solo ha estado firmando paradas tan determinantes como las que protagonizó como blanquiazul, sino que, además, se está desenvolviendo a las mil maravillas en dos facetas en las que no se veía muy exigido en su anterior equipo: desplazar del balón con los pies y actuar como líbero con una defensa adelantada.
Dos facetas en las que su adaptación podía despertar más dudas, pero que el joven guardameta está solventando con nota. Ahora afronta un estreno por todo lo alto, en la Champions, a domicilio frente al Newcastle, con todo a favor para que Europa pueda ver también de primera mano sus excelentes cualidades, ya sea interceptando balones con sus guantes o distribuyéndolos con sus botas.
A lo largo de los cuatro primeros partidos de Liga, frente al Mallorca, el Levante, el Rayo y el Valencia, ha firmado 84 pases, lo que da una media de unos 21 por partido, con una precisión que roza el 93% y 1,75 balones perdidos por duelo. Como blanquiazul, por ejemplo, a lo largo de toda la temporada pasada, curiosamente, tuvo que prodigarse más en esta tarea, con una media de casi 28 desplazamientos por encuentro, pero con una efectividad tremendamente más baja, de alrededor del 67% y 9,67 balones perdidos por duelo.
PrecedentesPor el momento, el mayor protagonismo con el esférico que aparentemente tienen sus compañeros y las, en comparación, menores llegadas a sus dominios de sus rivales han provocado que intervenga algo menos con los pies, pero la manera de hacerlo tiene muy poco que envidiar a muchos jugadores de campo. Se muestra cómodo y es capaz de enviarlo con una tremenda exactitud hacia el punto elegido. Sobre todo, para romper la presión en la salida que pueden ejercer los delanteros rivales.
Los más puristas, seguro, señalarán que, por muy bueno que sea un portero con los pies, lo más importante son sus paradas. Hace poco más de 30 años, cuando Johan Cruyff apostó por ir dándole algunos minutos, primero, y aupar a la titularidad, después, a un Carlos Busquets con un toque exquisito a la hora de jugar el balón con las botas, no faltó quien se llevó las manos a la cabeza una y otra vez ante algunas intervenciones del badiense como mínimo poco afortunadas bajo los palos. Una suerte en la que incluso el tan solvente, al principio, Marc-André ter Stegen también ha ido sumando múltiples detractores a lo largo de las últimas temporadas.
Joan García, en cambio, ha firmado en sus primeros partidos oficiales como azulgrana varias intervenciones destacadas. Casi milagrosas, como las que protagonizó el teutón en sus primeros años en el club. El Rayo Vallecano, en gran parte, tuvo que conformarse con sumar solo un punto en uno de los peores partidos del Barça de Flick por culpa de algunas de esas paradas del ex guardameta blanquiazul.

En total, en lo que llevamos de Liga, el arquero ha firmado diez paradas determinantes, ha encajado tres goles, uno de ellos de penalti, muy protestado por los barcelonistas, y ha sido capaz de dejar en dos ocasiones su portería a cero, clean sheet, como les gusta decir a los británicos. Y eso que, ante el Mallorca, dio inicialmente el susto después de que tuvieran aparentemente que volver a colocarle en su sitio parte del meñique izquierdo, dislocado en el calentamiento.
Este jueves, salvo sorpresa, el joven portero vivirá aquello con lo que sueñan muchos profesionales: su primer partido en la Champions. Los dos últimos precedentes de debut en el estreno del torneo son positivos. En 2002, Víctor Valdés, tras superar primero una eliminatoria previa frente al Legia de Varsovia, escuchó por primera vez los compases del himno de la máxima competición europea desde el césped en un duelo frente a un Brujas al que el Barça se impuso por 3-2. Ter Stegen, por su parte, lo hizo en 2014, en un choque ante el Apoel que acabó con victoria por 1-0. Joan García, seguro, aspira a llevarse también un triunfo de St. James' Park.
elmundo