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A 30 años de la sociedad menos pensada: el día que Maradona estuvo a punto de ponerse la 10 del Santos promovido por Pelé

A 30 años de la sociedad menos pensada: el día que Maradona estuvo a punto de ponerse la 10 del Santos promovido por Pelé

Diego Armando Maradona posiblemente sea el personaje más inabarcable de la historia. Y no se habla solo de fútbol. Un día en la vida de Diego podría equivaler a millones de horas de un ciudadano común y corriente y ahí está el descomunal archivo para ratificar la sentencia. Por eso los relatos de él y sobre él proliferan y se exageran. Muchos, también, se pierden ante tanto caudal de vivencias. Y por estos días se cumplirán 30 años de un pase que estuvo a nada de concretarse y que prometía romper con todos los esquemas. ¿Quién recuerda que Maradona pudo jugar con la 10 de Santos de Brasil tras una negociación que encabezó el mismísimo Pelé?

“Hay un acuerdo formal, casi está hecho. Pero todavía no está firmado, como dicen por ahí. Sería un contrato global, como jugador y técnico”, le confesaba Diego a Clarín desde Montecarlo el 26 de mayo de 1995. “Cuando nadie me ofrecía nada, Pelé se me acercó”, sumó el Diez.

Contar los días y los pensamientos de Maradona es una tarea titánica y probablemente imposible. Por eso, lo mejor suele ser intentar hacerlo de manera cronológica. Y el coqueteo de Diego con el Santos de Pelé comenzó el 7 de mayo, cuando el campeón del mundo en México 1986 se despidió de la dirección técnica de Racing. Ahí, en las canchas del club Empleados del Banco Central, en Tapiales, donde entrenaba la Academia, el Diez avisó que estaba dispuesto a escuchar ofertas para volver a jugar.

A Maradona la FIFA lo había sancionado con 15 meses tras el doping en el Mundial de Estados Unidos 1994. Luego de su paso por Racing como entrenador en dupla con Carlos Fren, la fecha del regreso a las canchas era para septiembre de 1995 y con ese objetivo Diego empezó a trabajar con los preparadores físicos Néstor Lentini, Javier Valdecantos y Javier Vilamitjana, todos bajo la atenta supervisión de Fernando Signorini.

La edición de Clarín del 14 de mayo. La edición de Clarín del 14 de mayo.

El primer acercamiento entre Maradona y Pelé, por entonces ministro de Deportes del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, se produjo el 13 de mayo en Río de Janeiro. Ahí, el brasileño le hizo la propuesta de sumarse a la empresa Pelé Sports y Marketing. “El contrato es algo que por ahora está en pañales. Lo importante es que con Pelé nos dijimos de todo. Los dos solitos nos fuimos a una habitación de su casa para que no haya nadie en el medio. Hablamos de nuestras diferencias pasadas, de la FIFA y del sindicato de jugadores. Me encontré con un Pelé distinto que me habló como un padre. Me ofreció la camiseta que fue suya y quiere que me encargue de su hijo (el arquero Edinho)”, confesó el Diez.

“Maradona tendrá un contrato de dos años y la empresa se quedará con el derecho de proyectar su imagen”, se animaba a decirle a los medios brasileños Roberto Seabra, vicepresidente de Pelé Sports.

Las negociaciones empezaron a sucederse y lo imposible parecía posible: Diego en Brasil. Por el lado de Maradona los que dialogaban eran Guillermo Coppola y el abogado Daniel Bolotnicoff, mientras que Seabra lo hacía por la empresa de Pelé. Además, de las charlas participaban Samir Jorge Abdul Hack, presidente de Santos, y Renato Duprant, mandamás de Unicor, sponsor oficial del Peixe. “El contrato está firmado: 18 millones de dólares por 28 meses”, anunció la revista France Football. Los medios brasileños, en tanto, señalaban que la idea era juntarlo con Edmundo y con Careca, el compañero de los años de oro en Napoli.

"Que arregle con la empresa de Pelé no significa que tenga que jugar en Santos. Puede aparecer otro club", aseguraba Maradona a Clarín desde Montecarlo, donde estuvo mirando una carrera de Fórmula 1. Horas después, viajaría a Portugal para realizarle una entrevista a Claudio Paul Caniggia para la cadena América 2. Y días antes, había presenciado la final de la Champions League entre Ajax y Milan en Viena, Austria. Así de frenética fue siempre la vida de Maradona.

Diego con Pelé, en la previa al sorteo del Mundial 2018. Foto: XinhuaDiego con Pelé, en la previa al sorteo del Mundial 2018. Foto: Xinhua

Pero un hecho no menor en la historia ocurrió la noche del 23 de mayo y cambiaría el estado de las cosas: la Comisión Directiva de Boca, encabezada por Antonio Alegre, decidió por unanimidad comenzar gestiones con Maradona. "Es terrible lo de los dirigentes de Boca: lo hacen solo para cubrirse. Saben que yo quiero ser técnico y jugador. Es asunto cerrado”, disparó Diego desde Francia el 27 de mayo.

La intención de Maradona de ser jugador y entrenador parecía estar firme. Hasta que arrancó a hacer algunas concesiones. Se sabe: los mitos y los grandes personajes están repletos de contradicciones. “Solo aceptaría jugar en Boca si contratan a César Luis Menotti o a Telé Santana”, decía el Diez. Silvio Marzolini era el DT de Boca en ese tiempo. Luego, a la lista de Diego se sumarían otros técnicos con los que admitiría trabajar: Alfio Basile, Héctor Veira, Carlos Bilardo y Arrigo Sacchi.

La decisión final de Maradona pasó para los primeros días de junio. El 2, en el hotel Sheraton de Retiro se produjo la reunión que parecía definitiva para cerrar la llegada de Diego a Santos. Del cónclave participaron Coppola, Bolotnicoff, Seabra (Pelé Sport) y Duprant (Unicor). Hubo fotos a la salida y sonrisas. Es posible que hasta se haya brindado con champagne esa medianoche. ¿Y Maradona? El 3 estuvo en Carlos Tejedor jugando un partido amistoso entre dos equipos locales (Huracán y Argentino) y por la noche cenó con el presidente Carlos Menem en la quinta de Olivos. “Quedate en Argentina”, fue lo que le pidió el riojano en la intimidad.

Los emisarios brasileños regresaron a Santos con las pretensiones finales de Diego. El acuerdo estaba listo. Pero el presidente del Peixe se puso firme con los pedidos económicos del argentino: 3 millones de dólares al momento de la firma y otros 12 distribuidos en 28 meses. “Lamento no poder satisfacer a la torcida, pero como el propio Pelé reconoce, es preferible mantener nuestra política de pies en el suelo”, se atajó Abdul Hack el 7 de junio. Y agregó: “Además, nosotros tenemos un señor entrenador que es Joãozinho”. Sería el principio del fin de Maradona en Brasil.

“Maradona quedó a un paso de Boca”, publicó Clarín el viernes 9 de junio, día que se produjo el sí definitivo de Diego a los dirigentes boquenses. “Acepto jugar y que Marzolini siga siendo el entrenador”, le dijo Maradona al vicepresidente Carlos Heller por teléfono en un alto en su entrenamiento en el CENARD. “Voy a ser el técnico adentro de la cancha y voy a pedir refuerzos: me gustaría jugar con Cani”, sumó el Diez por la noche en Fútbol de Primera.

“No tenía una oferta clara de Boca. Decían que me querían, pero nadie salía al balcón, nadie decía las palabras justas. Yo quería quedarme en Argentina, no tenía ganas de moverme otra vez y por eso deseché lo de Brasil”, le confesó Maradona a Clarín el 17 de junio, dando por caído su traspaso al Santos de Pelé.

La historia se cerró definitivamente el 23 de julio cuando Maradona, y también Caniggia, firmaron sus contratos con Boca. Meses más tarde, el 7 de octubre, Diego reaparecería de manera oficial contra Colón de Santa Fe para comenzar la última de sus vueltas como futbolista. Pero ese es otro relato, el que dio vida a Segurola y Habana.

Clarin

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